Cuenta la leyenda que hace muchos años atrás, no se donde, ni se cuando, una tribu se reunió para discutir sobre la creatividad. Algunos pensaban que era un don divino que solo lo tenían unos pocos, otros que era algo que se construía poco a poco, otros decían que en un lugar del bosque, habían unos frutos rojos, que eran los generadores de la energía creativa, y así cada uno iba contando su historia. En la reunión se construían puentes indescriptibles de palabras. El tiempo pasaba y la noche avanzaba y el fuego caldeaba, el alma, las ganas, las canas, y….

- ¿Qué es esto de la creatividad?

- Crea tu vida - dijo uno

- Mmm…crear, crear…vida, vida…comunión, conjunción…vida, vida…crea…chispa, risa, sisa…

- ¿Crear vida dijo? Yo he creado vida entonces, ¿soy creativo?

- Yo no he creado vida ¿es que no soy creativo?

- Pero miren a ese niño, ¿qué hace? ¿Qué tiene en sus manos?

- ¿Cómo juega? ¿Es un palo?

- No, solo son sus manos, es su dedo.

- Dulcemente juguetea con la tierra, hay entrega, hay dulzura, algo maravilloso, es su obra, es su esencia, es su ser, su ser su esencia, cuanta ciencia...

- Se expresa libre sin censura, es un impulso, es un instinto, es su búsqueda, su experimentación, sin juzgamiento, con ternura…

- Cuanta sabiduría… sabia, sabia diría, diría que sabia es la vida, diría iría… ¡ah! Eso, eso… ¿es la creatividad?

- ¡Eh! yo fui niño, ¿era creativo entonces? ¿Soy creativo ahora? ¿Dónde está? ¿Dónde se ha ido?...

- ¿Es innato y se ha perdido?

- ¿Está en nosotros y está dormido?

- Despierta… despierta… ¡estoy vivo! ¡Aquí y ahora un ser creativo!

Y ahora es cuando nos toca reflexionar...¿qué ha pasado con la creatividad? ¿Quién es el encargado de protegerla y desarrollarla? ¿Dónde está el problema para que la perdamos?